Uno de los actos más esperados por la afición rockera local es el de Pearl Jam, que el 16 de noviembre se presenta en el Estadio Monumental en plena celebración de los 20 años que se cumplen desde la edición de su primer disco. El interés ha sido tal que la demanda ha respondido a la devoción y ya quedan menos de cinco mil entradas aún a la venta, de las 55 mil dispuestas para la cita.
Las últimas se están vendiendo por el sistema Ticketmaster y son lo que queda para ver en acción al quinteto liderado por el cantante Eddie Vedder. La banda, según informó la producción, estará llegando poco antes del show en un vuelo privado desde Buenos Aires, donde tocan antes.
Cincuenta y dos personas componen su comitiva y se le suman los del grupo estadounidense X, un clásico del punk que será el encargado de abrir sus shows por Sudamérica. Y que son viejos amigos de los autores de "Even flow" y "Black".
Fieles a su perfil discreto que los ha caracterizado a través de los años, los músicos no incurrieron en cosas muy especiales en sus peticiones para su estadía, siendo la compañía de su chef personal lo único que se reservaron para estar lo más a gusto posible.
En escena, tampoco hay grandes aspavientos efectistas y lo más importante es la música y energía que proyecta una de las bandas esenciales del rock norteamericano de las últimas décadas. En el escenario se apoyan con dos pantallas gigantes a los costados y la estructura del espectáculo es exactamente la misma del show que han mostrado en otras partes en su actual gira. La misma ha recibido elogiosas críticas, tanto de los medios como de los fans, describiendo que se encuentran en un gran momento y dando mucho de sí en cada actuación.
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