Cuando apenas tenía 13 años de edad, Alice empezó a padecer de
severos dolores abdominales, no tenía seguridad de la causa, aunque su
madre iamginaba que se trataba del contenido de la comida, quizás
irritaciones por el picante, ninguno estaba seguro. Alice prefirió
ocultar su molestia para evitar ir a la asistencia médica, tenía terror a
las agujas y estaba seguro que un doctor podía aplcarle una. No
imaginaba que lo que venía sería much peor.
Los doctores no encontraban aun una solución al problema, los dolores
persistían y parecía que estaban perdiendo a Alice, hasta que optaron
por abrir su abdomen. Durante la cirugía, se percataron que Alice había
sufrido una peritonitis severa, su apéndice había explotado y sus tripas
estaban prácticamente pudriéndose, tuvieron que remover sus intestinos
para hallar los restos del apéndice.
"Los médicos me bombeaban constantemente morfina y, aunque estaba en
un mundo de sueño profundo, constantemente tenía alucinaciones. Llegué a
pesar menos de 35 kilos y ni tan siquiera tenía ganas de masturbarme.
La recuperación fue larga y tediosa. Pasé un año y medio en la cama
viendo la televisión, y eso me provocó una deformidad en la columna
vertebral que me obliga a andar encorvado desde entonces. Terminé
pareciendo el maldito jorobado de Notre Dame! No puedo ofrecer ninguna
explicación de por qué logré sobrevivir, fue un milagro".
No hay comentarios:
Publicar un comentario