La historia de REM es en muchos sentidos la historia del rock alternativo en Estados Unidos.
Ellos surgieron a principio de los 80 de la escena del rock alternativo -deshilvanada áspera pero de alguna manera hermosa- floreciendo en un grupo que llenaba estadios en la segunda década de su carrera.
"Éramos la banda que no tenía objetivos", le dijo a la BBC Michael Stipe a principio de este año, a propósito de la promoción del 15 y último álbum de REM. En retrospectiva, se refería a que estaban solos.
La banda (Stipe, el guitarrista Peter Buck, bajista Mike Mills y baterista Bill Berry) hizo su primera actuación en una iglesia el 5 de abril de 1980.
Esa noche todavía se llamaban Twisted Kites, y tocaron una mezcla de material original y versiones, incluyendo el God Save de Queen de los Sex Pistols y Roaddrunner de Jonathan Richman.
"Fue muy divertido", recordaba después Stipe. "Pero no me acuerdo de la segunda parte".
Pueblo pequeño
Rápidamente, la agrupación encontró seguidores. Su mezcla de post-punk y jangly, con guitarras a lo Byrds, los hacía ver al mismo tiempo punteros y un recordatorio romántico del rock del pasado.
Mike Mills dijo que el sonido era explícitamente bien fundado en su entorno del pequeño pueblo "fuera del camino" de Atenas, Georgia.
"Si creces en Nueva York o Los Angeles, hubieras cambiado tu punto de vista sobre casi todo", escribió Mills en una edición de 1985 de la revista Spin. "No hay tiempo para sentarte y pensar".
"Nuestra música es muy cercana al día a día - las cosas que te suceden en la semana, cosas que son reales. Es grandioso sacar una emoción... hacer sentir nostálgico a alguien o emocionado o triste".
Patológicamente tímido, el canto de Stipe era en buena parte ininteligible en los primeros sencillos como Radio Free Europe y So, Central Rain. Pero, a medida que la banda encontró su pisada, musicalmente hablando, también lo hizo él como letrista.
El gran paso, por lo menos comercialmente hablando, fue The One I Love. Un sencillo del álbum Document de 1987 que alcanzó inesperadamente el top 20 de Estados Unidos.
Más directos que en sus primeros sencillos, empezaba con un toque de batería y un amenazador vibrato de Buck, antes de que Stipe entonara: "This one goes out to the one I love. This one goes out to the one I've left behind" (esta va para quien amo, esta va para quien he dejado atrás).
En base a esa letra, la canción es normalmente es pedida por parejas enamoradas en programas de radio.
Ellos aparentemente no han notado la siguiente frase de la canción que dice "Another prop has occupied my time" (otro accesorio ocupa mi tiempo).
"(The One I Love) es increíblemente violento", admitió a un entrevistador en 1988. "Está muy claro que es sobre usar a gente una y otra vez".
"Freaks"
Con la canción, REM salió repentinamente de circuito alternativo, que había sustentado sus carreras durante cinco producciones.
Para algunos puristas, la agrupación nunca se recuperó. Arrebatados de la disquera independiente IRS por la mega corporación Warner Brothers, casa de las estrellas de los 80 Prince y Madonna, eran vistos como taquilleros.
Como lo puso el comediante Stewart Lee: "No creo que haya alguien cuya trayectoria haya sido tan decepcionante, habiendo empezado tan brillantemente y terminado de manera tan terrible".
Stipe también tuvo reparo sobre la nueva audiencia de la banda. "Tuve que lidiar con muchas contradicciones en los '80", le dijo al diario británico Guardian.
"Miraba afuera del escenario. Eso fue cuando REM fue más allá de los freaks, los gays (Stipe es homosexual), las gorditas, los estudiantes de arte y los aficionados de música independiente".
"De repente, teníamos audiencias que incluía a gente que me hubiera pateado en la calle antes que dejarme caminar sin problemas", recuerda Stipe.
"Estoy exagerando para hacerme entender, pero ciertamente era una audiencia que, mayoritariamente, no compartía mis inclinaciones políticas o afiliaciones, y no le gustaba lo exuberante era como intérprete o como criatura sexual. Y tenía que mirar eso y pensar, bien, ¿qué hago con esto?".
En parte, la respuesta fue elevar su nivel. El primer álbum publicado de la disquera grande, Green en 1988, fue visto por algunos críticos como su verdadero salto.
La voz de Stipe tenía un nuevo tono de claridad, mientras que el productor Scott Litt tenía un ojo puesto en la creciente musicalidad de la banda.
Líricamente, la banda volteó la cara al mundo que los rodeaba. World Leader Pretend es una crítica sorda a las clases dominantes, mientras que Pop Song '89 ataca claramente las críticas de que la banda se había vendido al pretender ser, en palabras de Stipe, "el prototipo de, y esperemos que el fin de, la canción pop".
Llanto lastimero
Green vendió más de un millón de copias en Estados Unidos, una marca que fue eclipsada por la siguiente producción del grupo Out of Time.
Los sencillos que definieron su carrera, Losing My Religion y Shiny Happy People (una canción que la banda llegó a detestar), estuvieron en el número uno de las listas a ambos lados del Atlántico.
Losing My Religion fue un referente del rock alternativo. El lastimero llanto de Stipe de "I don't know if I can do it" (no se si lo pueda hacer) salía con tanta tristeza que nunca puedes estar seguro si hablaba de fe, de un amor perdido, de la homosexualidad o de su frágil relación con la fama.
Esos demonios internos salieron con más fuerza en 1992 con el álbum Automatic For The People. Una producción más sombría, con arreglos de John Paul Jones de Led Zeppelin, que mostraba a Stipe haciendo el tonto en el sencillo Man On The Moon, un tributo al artista Andy Kaufman que deja en la grabación un instante en que el cantante estalla en risas.
"Es mi hora"
Tras pasar meses en el estudio revisando minuciosamente los intricados arreglos de sus dos producciones anteriores, las siguientes grabaciones de la agrupación, Monster y New Adventures in Hi-Fi fueron hechas en vivo, algunos de los temas fueron tomados literalmente de los pases de sonido durante un masivo tour de estadios.
Lanzaron nuevos clásicos -Let Me In, un tributo a Kurt Cobain, formó parte de la lista de la banda por muchos años- pero nada que alcanzara los éxitos de producciones anteriores.
Después de que el baterista Bill Berry sufriera un aneurisma que lo hizo salirse de la banda en 1997, las cosas nunca volvieron a ser iguales.
Quizás Stipe estuvo distraído con su trabajo cinematográfico, produciendo películas como Being John Malkovich, mientras que el resto de la banda siguió proyectos paralelos, incluyendo el grupo de música country de Peter Buck, Tired Pony.
Al final siguieron siendo un éxito en producciones en vivo. Everybody Hurts era capaz de reducir a lágrimas a audiencias enteras.
El último álbum de REM, Collapse Into Now, lanzado en marzo pasado, fue aclamado -como mucho de sus predecesores- como un regreso. Ciertamente, el grupo sonaba rejuvenecido y energético. Con la canción de cierre, Stipe podía rugir: "This is my time, and I thrilled to be alive!" (Esta es mi hora y estoy encantado de estar vivo).
Es quizás un buen punto para decir adiós a una de las bandas más influyentes de su generación.
Fuente: BBC
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