Los escolares llegaron de guantes blancos y uniforme, avanzaron entre la gente que repletaba la casa de Michoacán e instalaron un pendón con la insignia del Instituto Nacional junto al ataúd. El colegio de José Miguel Varas también lo homenajeó en su partida. Fueron muchos más: al ritmo de Inti Illimani y la Internacional Comunista, Varas fue recordado por escritores, periodistas y amigos en su funeral.
Tras dos días de velatorio en la casa de Delia del Carril en La Reina, ayer el autor deNerudario y El correo de Bagdad fue sepultado en el cementerio Parque del Recuerdo. Antes, en una ceremonia guiada por el actor José Secall, la emblemática voz de Escucha Chile, de Radio Moscú, fue recordada en todas sus facetas. Corría un rumor: se iba un pedazo de la historia de Chile.
En Michoacán, el escritor Poli Délano lo recordó en los 50, luego la bailarina Joan Jara valoró su labor en la fundación que preside, y Aída Figueroa, de la Fundación Pablo Neruda, enfatizó la decisiva labor de Varas en la reconstrucción de la vida del poeta. En el público, escuchaban escritores como Marcelo Mellado, Mauricio Electorat, Jorge Montealegre, Alejandra Constamagna, Alejandro Zambra y los músicos Jorge Coulon y Mauricio Redolés. También estaban ahí representantes de las embajadas de Venezuela y Nicaragua.
Antes de emprender el cortejo hacia el Parque del Recuerdo, Varas era despedido a la manera clásica del PC: "¡Compañero José Miguel Varas!", gritó Secall. "¡Presente!", respondieron los asistentes, que segundos antes habían entonado la Internacional. Un gesto al pasado: aunque Varas había renunciado a su militancia comunista, a los 21 se sumó al partido y llegó a ser miembro del comité político.
"He quedado inmóvil, con dificultades para escribir", mandó a decir su amigo Armando Uribe, mientras en el cementerio una pequeña multitud se reunía para sepultar al escritor. Una y otra vez, se escucharía una grabación de su voz profunda en Radio Moscú. Ahí, tomó el micrófono el presidente del PC y diputado Guillermo Teillier.
Hasta las dos de la tarde se extendieron los recuerdos. Se pusieron frente al micrófono, entre otros, el arquitecto y amigo de infancia de Varas, Miguel Lawner, la periodista Mónica González, el director del Lom Editores, Paulo Slachevsky, y el músico Manuel García, que interpretó su canción El viejo comunista. A esa hora, el rumor ya era oficial: un eco del Chile marcado por Pablo Neruda y Salvador Allende y que se derrumbó en 1973, se iba con José Miguel Varas.
Fuente: La Tercera
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