Son decenas (si no cientos) de noticias sobre Ricky Martin las que hoy, a diario, dan la vuelta alrededor del mundo. ¿La última? Que acaba de sustituir a Lady Gaga como rostro de la nueva campaña de MAC Viva Glam 2012. Que en realidad es la justificación para unirse a la causa de la marca en la lucha contra el sida, junto a la cantante Nicky Minaj.
Es que ya es difícil que Ricky dé un paso en falso. Ahora está convertido en un ídolo global. Y cada uno de sus movimientos es seguido con devoción. A la hora del balance, probablemente, no haya tenido gira más exitosa que ésta.
El 24 de septiembre trae a Chile su tour “Música + Alma +Sexo”, al Movistar Arena, el que tuvo una explosiva venta de entradas. Agotó los asientos más caros en tiempo récord (ni hablar de los paquetes VIP) y aunque la productora Multimúsica puso aviso hoy en la prensa, anunciando las últimas localidades, antes de que salieran los ejemplares a la calle ya había quedado inválido. Sólo quedan ubicaciones cancha. Y muy pocas (Ticketpro).
Su último show en Chile fue en Espacio Riesco, en 2005, aclamado por el público y la crítica. “Sabía más o menos lo que el pueblo chileno puede dar. Me encantó recordar viejos tiempos con la gente de Santiago. Este fue solamente un tentempié para cuando vuelva el próximo año”, comentó a “La Segunda” entonces en su camarín. Pero sólo volvió al Festival de Viña el 2007. El desembarco mayor será el de ahora.
“Estoy bien emocionado de poder regresar. Siempre nos tratan muy bien cuando vamos. El público de Chile es mágico. Yo sólo les digo que se preparen, ¡porque llevamos una fiesta!”, anuncia Martin vía e-mail, interrumpiendo sus días de descanso.
El 26 de agosto inicia su gira latinoamericana en Brasil. Y su última aparición fue en los Premios Juventud, en Miami, donde interpretó en vivo “Frío”, su nuevo sencillo junto a Wisin & Yandel, el que se transformó en hit en Youtube. Ahí fue galardonado con el premio “Síganme Los Buenos”, como el artista que mejor se comunica con sus fans a través de las redes sociales (ver recuadro).
El portorriqueño también suena en las radios con “Lo mejor de mi vida eres tú” y “Más”. La placa alcanzó Disco de Oro en Argentina, México y Venezuela, Doble Platino en Colombia, Oro y Platino en EE.UU.
—¿Supiste del éxito de venta de entradas? Ha sucedido en toda tu gira. ¿A qué atribuyes este gran momento?
—Lo supe y la verdad que lo único que tengo es agradecimiento por todas las muestras de cariño y apoyo que he recibido durante todo este tiempo. Estoy viviendo una etapa bien importante en mi vida, un momento donde sólo existe la transparencia y no existen los filtros. Tanto la gira como el disco me han traído muchas satisfacciones. Hoy día me siento mejor que nunca.
—¿Cuánto tiene tu gira de música, de alma y de sexo... proporcionalmente hablando?
—Creo que el show está bastante balanceado. En esta ocasión he preparado un concierto bien exigente y completo a nivel musical, pero sumamente teatral a la vez donde podemos jugar con personajes, con diferentes coreografías. Además, el vestuario es diseñado por Giorgio Armani. Es una gran producción, siento que es una de mis mejores giras.
—¿En serio te quisieron censurar el “sexo” del título?
—Cuando decidí el título del disco recibí un par de comentarios preguntándome por qué lo había incluido. Creo que todavía hay mucha gente que le tiene miedo a la palabra, ¡cuando es algo totalmente natural y parte de nuestras vidas!
Como Che Guevara rumbo a “Evita” en Broadway
Lejos están los tiempos en que el ex Menudo aterrizaba en Chile en 1993, cuando venía a un “Martes 13” y a cinco recitales en pequeñas salas: Talca, Talcahuano y tres funciones en el Teatro Monumental. “¿Habrá alguien que haya llenado tres veces el Monumental? Qué susto me da... pero si lo logro, habré roto ese hielo”, dicen que comentó entonces. Otro Ricky. Pero hay una humildad en él, que tras dar la vuelta al mundo, permanece inalterable.
Tampoco cesa en sus labores humanitarias con la Ricky Martin Foundation, que creó el 2002. Es embajador de la Unicef y su espíritu social siempre encuentra una nueva causa. Hace poco en la web se especulaba sobre un par de años sabáticos, pero imposible.
Ya prepara su regreso como actor en Broadway, después de un aplaudido debut con “Los Miserables” a fines de los 90. Será el Che Guevara en “Evita”, junto a la argentina Elena Roger, en una producción de Andrew Lloyd Webber, con guión y música de Tim Rice, que subirá a escena en el teatro Nederlander. “¡Me espera? mucho trabajo!”, comenta él.
—A un año de la famosa confesió? n de tu homosexualidad. Sabemos cuán para bien te cambió la vida. ¿Tuvo costos? ¿Hubo algo que hubieras hecho de otra manera?
—¡No, al contrario! De haber sabido que esto sería lo que iba a sentir lo hubiese hecho hace mucho tiempo. No tengo ningún tipo de arrepentimiento con las decisiones que he tomado, la vida es muy corta para vivir limitado. La respuesta no sólo de mi público, sino que también de los medios de comunicación ha sido sumamente positiva. Estoy muy agradecido por eso.
—Las mujeres siguen siendo objeto de tus canciones. ¿Cuál es la razón? La fidelidad de ellas creció. Al parecer no perdiste a ni una sola en el camino.
—Mi orientación sexual no me priva de poder admirar la belleza de una mujer. ¡Las mujeres son seres maravillosos y hermosos! Tengo la fortuna de que me siguen apoyando y me encanta recibir sus mensajes en Twitter.
“Me encantaría tener una hija, pero todo a su tiempo”
—Escribiste “Yo”, tu autobiografía. ¿A cuánta honestidad tuviste que apelar? ¿Fue complejo el tránsito por la revisión de tu vida?
—Fue abrumador, tenía muchas cosas guardadas dentro de mí y al escribir el libro tuve que afrontarlas nuevamente. Fue un proceso de cicatrización muy intenso y mis emociones están ahí, sin filtro y nacen de un lugar diferente, uno de transparencia.
—¿Fue la decisión de la confesión la más difícil de tu vida? Gracias a eso tienes una gran familia. Pareja e hijos.
—Yo sólo puedo hablar de mi vida, cada situación es diferente. Pero para mí sí ha sido la mejor decisión, me ha dado mucha fortaleza y he podido entender la importancia de tener amor propio, el no abandonar tu dignidad y poder mirar a la gente a los ojos y decir: Yo soy lo que soy, yo soy lo que represento, lo que fueron mis padres y mis abuelos. Y eso es lo que les estoy dejando a mis hijos. Estoy en paz y muy feliz.
—Inspiraste a otros como Miguel Bosé para que sigan tus pasos (tuvo un hijo por vientre de alquiler). ¿Cómo sentiste eso?
—No sé si fui yo quien lo inspiré la verdad. Lo único que te puedo decir es que Miguel es mi hermano, le admiro mucho y sólo le deseo lo mejor. Sobre todo en esta etapa tan importante.
—¿Cómo compatibilizas las giras con la crianza de tus hijos, Matteo y Valentino?
—Mis hijos viajan conmigo a todos lados. Se han adaptado muy bien al ritmo de los viajes y, lo más importante, es que están al lado de papá... esa es su estabilidad.
—¿Y vas a buscar una hija ahora? ¿La paternidad era lo que te faltaba para ser completamente feliz?
—Siempre quise ser padre y es una bendición, no lo cambiaría por nada del mundo. Sí me encantaría tener una hija, pero todo a su tiempo.
—En diciembre cumples 40 años. Linda edad. ¿Has hecho la evaluación de tu vida? ¿Cómo ha sido?
—Como te decía anteriormente, me siento muy completo y contento. Cada etapa de mi vida ha sido esencial para estar donde me encuentro hoy en día. Soy muy afortunado y pedir más echaría a perder todo.
—¿Pensaste en una segunda parte de tu biografía? ¿Queda mucho por decir?
—Por supuesto hay muchas cosas que? me he guardado, pero soy una persona privada. El libro fue un paso necesario en mi proceso de vida. No cierro la puerta a la posibilidad de hacer otro, pero no es parte de mis planes inmediatos.
Fuente: La Segunda
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