La reunión de Alice in Chains fue analizada desde innumerables puntos de
vista, los que casi siempre cruzaban un común denominador en la figura
del malogrado vocalista Layne Staley. Cómo sería reemplazada una de las
voces más reconocidas del fenómeno de Seattle —mal denominado "grunge"—,
dar a esa nueva voz un nombre, o la opción de vivir de los
recuerdos generados por un catálogo impresionante, eran sólo algunas de
las interrogantes que daban vueltas cuando Jerry Cantrell anunció que
Alice in Chains tendría una segunda oportunidad. Y parte de ellas, las
iniciales, se respondieron con Black gives way to blue (2009), en el que presentaron a quién debía pararse en el lugar de Staley: William DuVall.
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