En cualquier organización donde se viven muchas horas de la vida
trabajando se forma un vínculo afectivo. En las instituciones educativas
este vínculo es mucho más fuerte, y por lo general, una persona
desempeña su cargo hasta que sea edad de retirarse.
Por esto, cuando el director, algún maestro o algún empleado de tareas auxiliares se retira, es costumbre y un muy buen gesto organizar una fiesta de despedida.
Si
bien puede ser una reunión sencilla en el aula de profesores con un
brindis, una tarta para celebrar y un regalo que sirva de recuerdo,
también puede hacerse un bonito acto emotivo en el que
participen los ex alumnos más significativos en la vida laboral de esta
persona (los del primer curso con el que comenzó a trabajar, o los del
último curso), y los miembros de la cooperadora o grupos de padres
comprometidos con la institución, con los que seguramente compartió
buenos momentos, además de colegas y todos los integrantes de la
comunidad educativa.
Para organizar este tipo de acto hay que tener en cuenta los siguientes datos:
-
Se debe realizar el último día de trabajo de quien se retira y tomando
como horario la última hora de clase. Es divertido mantener la
organización en secreto, para que sea una sorpresa.
- La organización debe comenzar 1 mes antes de ese día, y las invitaciones deben ser enviadas 2 semanas antes.
-
De ser necesario, buscar a los invitados que ya no forman parte de la
entidad en primer lugar, para luego tener un estimado de la cantidad de
invitados.
- Se debe pensar una lista de oradores y si
se hará algún espectáculo preparado por los alumnos, o se armará un
video con fotografías que recuerden su paso por la institución.
-
Se debe elegir un maestro de ceremonias, y los oradores deben ser
obligatoriamente el director de la institución, un colega, un
representante del cuerpo docente, un representante de los alumnos
actuales y uno de los ex alumnos. El orden de los discursos es mejor que
sea según la cercanía afectiva de cada orador, siendo el último el más
importante.
- Los discursos deben ser emotivos y dirigidos especialmente a esta persona.
- De ser pertinente, se puede avisar a las autoridades Estatales o los dueños de la institución, para que envíen sus saludos.
- Se debe conseguir un regalo de tipo personal y una placa o adorno conmemorativo de su paso por la institución.
Para
finalizar, es bueno saber que se puede pedir la colaboración con dinero
de los participantes del acto, para comprar los regalos y pagar por el
servicio de edición de video o los que hagan falta.
Si los
invitados no son más de 20, se puede armar un pequeño brindis sirviendo
sólo una copa, que se alzará al final del último discurso.
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