En 1977 ya no quedaban demasiados compositores interesados en acompañar una película con orquestas sinfónicas. Había muerto el mejor, Max Steiner, creador de la música de Lo que el viento se llevó y de Casablanca. Y en el 75 desaparecía Bernard Herrmann, el músico de Hitchcock.
En ese momento la norma era el sintetizador y la mezcla rupturista. A George Lucas aquella moda no le servía y, por el contrario, su proyecto de aventuras galácticas necesitaba de sinfónicas de la misma manera que un spaghetti western necesitaba a Ennio Morricone. El director quería volver a las fuentes, a lo clásico. La mejor solución, después de todo, vino de un buen consejo: Spielberg, su amigo, le recomendó a John Williams, que acababa de ganar el Oscar por Tiburón.
El resultado es conocido: Williams creó un hit, un clásico instántaneo. El soundtrack de Star wars es el disco de música no popular más vendido de la historia y en noviembre un espectáculo multimedial creado por el propio George Lucas permitirá apreciarlo en Chile con otras características.
Se trata de Star Wars in Concert, show de dos horas de duración que el 12 de noviembe se presenta en el país, a las 17 y 21 horas en Movistar Arena. Las entradas se venden desde agosto a través de PuntoTicket. Cerca de 200 músicos en el escenario -entre orquesta y coro- acompañan escenas de las seis películas de la serie. Mientras la música se interpreta en orden cronológico -partiendo por La amenaza fantasma y concluyendo en El regreso del Jedi- las imágenes de las películas se intercalan en forma aleatoria. Por ejemplo: una secuencia de Luke junto al maestro jedi Yoda puede perfectamente preceder a otra de Annakin Skywalker con su mentor Obi-Wan Kenobi en circunstancias que todo pasó al revés. El manto musical de Williams, apuestan, envuelve todo con similar eficiencia y magia.
El espectáculo tiene marca registrada. El propio George Lucas, en sus estudios de Lucasfilm, supervisó este show, que a su vez es parte de su infinita capacidad para reinventar Star Wars, ya a 34 años de su primera parte. Montajistas de Lucasfilm desarrollaron una nueva edición de las imágenes que son acompañadas por la orquesta. En el escenario, como maestro de ceremonias, el actor Anthony Daniels -el robot C3PO en las películas- va introduciendo cada nuevo clip. Es una decición lógica: C3PO era un androide de protocolo en la serie, con modales.
Un pantallazo
La experiencia que propone Star Wars in Concert no podría cuajar si no fuese por una pantalla a la altura de las circunstancias: literalmente. Esta construcción de 30 metros de alto utiliza tecnología Led y se divide en tres pisos, con varias proyecciones al mismo tiempo .
La dirección de orquesta y coros corre por cuenta del belga Dirk Brossé, que tiene un profuso catálogo discográfico con bandas sonoras. Aún falta por definir la orquesta que se hará cargo de la velada musical que en el extranjero ha tenido, por ejemplo, a la Filarmómica Real de Londres en el foso. Sí está claro, según afirman en Bizarro Producciones, que se tratará de músicos chilenos.
El primero de los Star Wars in Concert fue en el 2009 en el Arena 02 de Londres, congregando a 20 mil personas. Luego los shows han viajado por EEUU y el año pasado se asomaron por Latinoamérica, en Ciudad de México. La gira que los trae al sur del mundo también contempla hasta ahora una fecha en Brasil, pero la voz del fanático siempre puede ser generosa: no se descartan más espectáculos en Chile dependiendo de la demanda para el 12 de noviembre.
Quien vaya ese día también podrá encontrarse con una extensa exposición de trajes originales, maquetas, fondos de paisajes, naves, etcétera. De mayor a menor importancia y protegidos por un vidrio están, entre otros, el traje de Darth Vader, Chewbacca, C3PO, Han Solo congelado en carbonita (así quedaba en el desenlace de El imperio contraataca), el vestido de la princesa Amidala y partes de la partitura original de Williams. Y también, por supuesto, hay trajes de los soldados imperiales bancos, aquella carne de cañón que moría en la primera línea de fuego defiendo a Vader.
Fuente: La Tercera
No hay comentarios:
Publicar un comentario