Testaruda. Ese fue uno de los conceptos más repetidos por Mitch Winehouse en el revelador discurso de 40 minutos con que despidió a su hija, en los oficios fúnebres que se realizaron ayer a las 12.30 horas (7.30 de Chile), en el cementerio judío de Edgwa-rebury, al norte de Londres.
Lo hizo para recordar su carácter infantil y sus mañas adolescentes, pero sobre todo, para deslizar su misión imposible: los infructuosos intentos familiares por empujarla a la rehabilitación, los que tropezaron una y otra vez con los portazos de la artista y tuvieron un categórico final, el pasado sábado 23, cuando fue encontrada muerta en su departamento. De algún modo, ese cruce de buenos recuerdos, frases conmovedoras y cierta tranquilidad paternal que transmitía haber hecho todo por salvarla del precipicio, fueron las postales que cruzaron la ceremonia.
Además, todo en un ambiente íntimo: cerca de 200 personas llegaron al lugar, entre los que se vio a sus padres, su ex novio, el realizador Reg Traviss; Mark Ronson, mentor artístico y productor de su entrega fun- damental, Back to black ; su estilista y creador de su célebre impronta retro, Alex Foden, y una serie de amigos íntimos del último tiempo, como Kelly Osbourne y Bryan Adams. Uno de los mayores ausentes fue el ex marido de la estrella, Blake Fielder-Civil -apuntado además como su bisagra al mundo de los excesos-, quien hoy está en la cárcel por robo y tenencia de armas.
Con un fuerte despliegue de seguridad, la ceremonia fue encabezada por un rabino e incluyó oraciones en inglés y hebreo. Luego, los presentes entonaron una versión de So far away, de Carole King, una de las favoritas de Winehouse y una de las cantautoras que versionó en sus shows. En su discurso, Mitch -de incipiente carrera como crédito del jazz- no sólo resaltó sus cualidades como hija: "Ella fue la hija más grande y el mejor amigo y familiar que podrías imaginar", expresó.
Además, arrojó luces sobre sus últimos días. "La última vez que me llamó fue para contarme que había encontrado una caja de viejas fotos familiares y quería que yo las viera. Estaba muy emocionada. Hablábamos al menos tres veces al día", relató. Luego siguió: "Hace tres años, Amy estaba limpia de drogas. Hoy sólo lidiaba con su alcoholismo y llevaba una semana de abstinencia. Además, ella no estaba deprimida y decía que estaba de muy buen humor. La noche anterior a su muerte, estaba en su habitación tocando los tambores y cantando. La acompañaba su guardaespaldas, quien pensó que seguía dormida durante la mañana posterior. Cuando regresó, se dio cuenta que no respiraba y pidió ayuda".
Para cerrar su discurso, el progenitor lanzó una frase cargada de simbolismo - "Amy es más feliz ahora de lo que fue en toda su vida"- y cerró con un adiós emotivo: "Buenas noches, ángel mío, duerme bien". Winehouse padre también anunció la creación de una fundación con el nombre de la cantante, que irá en ayuda de personas adictas. Luego, los restos de la voz de Rehab fueron trasladados al crematorio de Golders Green, donde su cuerpo fue incinerado junto a las cenizas de su abuela, pese a que el judaísmo prohibe tal ritual. Tras el final, el último novio de la estrella dijo a The Sun: "Me cuesta expresar por lo que estoy pasando y quiero mostrar mi agradecimiento a todas las personas que lloran la muerte de Amy, una persona bella y brillante, mi gran amor".
Fuente: La Tercera
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